Estudiante, durante los últimos meses pocas cosas más allá
de los exámenes, los estudios futuros y las posibles salidas laborales pasan
por nuestra cabeza. La cercanía de una prueba como la selectividad, que marca
nuestro acceso a la universidad, condena a los estudiantes que solo podemos
pagarnos los precios cada vez más alto de la universidad pública a altos
niveles de presión y de estrés.
La Selectividad es una prueba que está muy lejos de evaluar
según las particularidades y necesidades de cada estudiante, convirtiéndose en
un mecanismo de restricción y discriminación sobre todo para los hijos e hijas
de familias trabajadoras que debido a la crisis nos vemos condenados a trabajar
durante el bachillerato y que tenemos por tanto menos tiempo de preparación
además de la imposibilidad económica de costearnos clases de apoyo que nos
ayuden a lograr una mejor calificación.
Pero si esta prueba de acceso a la universidad es
restrictiva para los hijos de las familias trabajadoras, aún más lo es la propia
universidad pública, que expulsa a miles de estudiantes año tras
año. Esto se debe a que la universidad está viviendo un proceso de privatización
que se manifiesta en datos como los siguientes:
- 45000 estudiantes expulsados de la universidad por no poder pagar las tasas en dos años.
- Aumento continuado del precio de las tasas, alcanzando hasta un 66% en Madrid.
- Reducción en un 3% del número de estudiantes con acceso a beca.
- Recorte de cerca del 20% en el importe de las becas.
Todo esto es consecuencia de un plan de privatización
marcado desde la Unión Europea, en beneficio de los empresarios y banqueros, y
que los distintos gobiernos y gestores públicos ejecutan a través de medidas,
leyes y decretos con variados nombres (Estrategia 2015, Bolonia, LOMCE) cuyo
último ejemplo es el decreto 3+2. La introducción del decreto 3+2 en las universidades
no hará sino acentuar la elitización de la enseñanza pública, reduciendo los
grados a tres años y aumentando a dos años los de máster, dejando el precio
medio de los estudios universitarios en alrededor de 14.000 euros, algo
inalcanzable para las familias obreras ( estudiar un máster en la UAM cuesta entre 35€ y 65€ el crédito mientras que el grado oscila entre 27€ y 33€ el crédito).
Cada avance en la reducción del campo público se traduce en
más dinero en los bolsillos de las grandes empresas y la banca, cada paso
adelante en la privatización se traduce en la expulsión de los estudiantes de
extracción obrera y popular de las Universidades para engrosar las filas del
paro o ser utilizados como mano de obra barata. Por todo ello, los Colectivos
de Jóvenes Comunistas te llamamos a defender tus derechos, a luchar y organizarte;
te llamamos a no dejar ni un minuto más que nos pisoteen y aumenten sus cuentas
corrientes a nuestra costa.
La única salida es luchar por una educación al servicio del
pueblo trabajador, que no se organice en base a los intereses de los
empresarios y banqueros, sino en base a nuestros propios intereses. La única
salida es luchar por una educación gratuita, por un nuevo modelo educativo que
solo podremos alcanzar fuera de los márgenes del sistema capitalista.
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