lunes, 8 de junio de 2015

Selectividad en la UAM: otra forma de restringir el derecho a estudiar


Estudiante, durante los últimos meses pocas cosas más allá de los exámenes, los estudios futuros y las posibles salidas laborales pasan por nuestra cabeza. La cercanía de una prueba como la selectividad, que marca nuestro acceso a la universidad, condena a los estudiantes que solo podemos pagarnos los precios cada vez más alto de la universidad pública a altos niveles de presión y de estrés.

La Selectividad es una prueba que está muy lejos de evaluar según las particularidades y necesidades de cada estudiante, convirtiéndose en un mecanismo de restricción y discriminación sobre todo para los hijos e hijas de familias trabajadoras que debido a la crisis nos vemos condenados a trabajar durante el bachillerato y que tenemos por tanto menos tiempo de preparación además de la imposibilidad económica de costearnos clases de apoyo que nos ayuden a lograr una mejor calificación.

Pero si esta prueba de acceso a la universidad es restrictiva para los hijos de las familias trabajadoras, aún más lo es la propia universidad pública, que expulsa a miles de estudiantes año tras año. Esto se debe a que la universidad está viviendo un proceso de privatización que se manifiesta en datos como los siguientes:
  1. 45000 estudiantes expulsados de la universidad por no poder pagar las tasas en dos años.
  2. Aumento continuado del precio de las tasas, alcanzando hasta un 66% en Madrid.
  3. Reducción en un 3% del número de estudiantes con acceso a beca.
  4. Recorte de cerca del 20% en el importe de las becas.
Todo esto es consecuencia de un plan de privatización marcado desde la Unión Europea, en beneficio de los empresarios y banqueros, y que los distintos gobiernos y gestores públicos ejecutan a través de medidas, leyes y decretos con variados nombres (Estrategia 2015, Bolonia, LOMCE) cuyo último ejemplo es el decreto 3+2. La introducción del decreto 3+2 en las universidades no hará sino acentuar la elitización de la enseñanza pública, reduciendo los grados a tres años y aumentando a dos años los de máster, dejando el precio medio de los estudios universitarios en alrededor de 14.000 euros, algo inalcanzable para las familias obreras (estudiar un máster en la UAM cuesta entre 35€ y 65€ el crédito mientras que el grado oscila entre 27€ y 33€ el crédito).

Cada avance en la reducción del campo público se traduce en más dinero en los bolsillos de las grandes empresas y la banca, cada paso adelante en la privatización se traduce en la expulsión de los estudiantes de extracción obrera y popular de las Universidades para engrosar las filas del paro o ser utilizados como mano de obra barata. Por todo ello, los Colectivos de Jóvenes Comunistas te llamamos a defender tus derechos, a luchar y organizarte; te llamamos a no dejar ni un minuto más que nos pisoteen y aumenten sus cuentas corrientes a nuestra costa.

La única salida es luchar por una educación al servicio del pueblo trabajador, que no se organice en base a los intereses de los empresarios y banqueros, sino en base a nuestros propios intereses. La única salida es luchar por una educación gratuita, por un nuevo modelo educativo que solo podremos alcanzar fuera de los márgenes del sistema capitalista.

Estudiante. Hay una salida: ¡Únete a la Juventud Comunista!



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