jueves, 16 de abril de 2015

Últimas noticias del conflicto de limpieza de la UAM

  • La empresa LINORSA desaparece dejando deudas en los salarios de las trabajadoras
  • Reducciones de plantilla continuadas
  • Las trabajadoras llevan el conflicto a juicio, pero la empresa no se presenta

Pocos estudiantes de la UAM somos los que conocemos el conflicto en el que se encuentra sumergido el servicio de limpieza de esta universidad, menos aún, como es obvio, fuera de esta es casi desconocida. Lejos de hacer caso omiso a este grave problema al que se enfrentan estas trabajadoras y trabajadores, queremos hacer visible su lucha, y utilizándolo de ejemplo práctico, para dar a conocer la raíz de los conflictos laborales en el capitalismo.

Para los que no conocías de este conflicto, el servicio de limpieza en la UAM es una concesión que hace la Universidad a empresas privadas con la finalidad de que exploten el servicio a su gusto. La anterior empresa de limpieza (ESABE) dejó por pagar una media de 3000 euros a cada trabajadora, mientras que la última empresa (LINORSA) también ha desaparecido dejando a deber la paga a pesar de contar con sendos beneficios.

La gestión privada en la Universidad Autónoma de Madrid hace que las trabajadoras estén plegadas a las empresas que gestionan los servicios externos. Casi todos los meses tenemos novedades en el conflicto y las últimas novedades nos llevan a una completa precarización de los puestos de trabajo de las trabajadoras de limpieza. Cuando entró LINORSA, última empresa en gestión del servicio, se rebajó la plantilla haciendo que cada trabajadora abarcase más horas de trabajo con menor salario (reduciendo un pliego de 181 personas a 160), sumándole la escasez de productos de limpieza que necesitan para el buen desempeño de su tarea (algunas trabajadoras llegaban a traer productos de sus propias casas), dejando sin cubrir las jubilaciones e incluso poniendo de manifiesto que las trabajadoras no son cabeza de familia y que por lo tanto su sueldo es un privilegio. Así es como se hace un ERE encubierto.

Pero los ataques a las trabajadoras no acaban con la desaparición de la empresa. Ellas han intentado solucionar el conflicto por vía legal, el lunes 13 de Abril, en el acto de conciliación, ni LINORSA, ni su abogado, acudieron en los tribunales. De esta manera vemos como el sistema judicial perpetúa el camino de intereses que marcan las empresas privadas dejando a los trabajadores a merced de una explotación que degrada cada vez más las condiciones y derechos laborales.

Llamamos a todos los estudiantes a apoyar las movilizaciones de las trabajadoras y pedimos al Rectorado que se revise inmediatamente la gestión de los servicios de la Universidad. La situación de conflictos como limpieza o deportes es crítica y por ello pedimos una gestión totalmente pública por parte de los y las trabajadoras.




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